Autor: Good!

Solidaridad: El algoritmo de viralización infinita

Fecha: 30 Septiembre 2022

En un tiempo lleno de incertidumbres, hay una certeza que se impone sobre el resto: la solidaridad es un elemento aglutinador de nuestra sociedad.
Vivimos años convulsos, donde nos enfrentamos a elementos que hacen diferir nuestra realidad de la que esperábamos. La pandemia del Covid, estallido de una guerra, crisis energética, inflación y noticias agoreras que hacen empeorar nuestros deseos de mejora. ¡Qué estamos para una fiesta, vamos!

El marketing digital es también convulso. Expectativas irreales. Cambios constantes para optimizar el SEO. Actualizaciones continuas. Algoritmos cambiantes. Estrategias que se hacen irrelevantes de una noche a la mañana. Menos stories, más reels. Tres hashtags, cinco hashtags. ¿Ningún hashtag? Sí,i esa etiqueta que lleva el # delante.
¡Una locura todo!

Inflación Crisis energética

Y la locura se vuelve histriónica cuando llega tu futuro cliente favorito y dice: “quiero que mi post sea viral”. ¡OMG! (Es decir, ¡la madre que me parió! en español) Si eres honesto, le dirás a ese futuro cliente favorito que la fórmula mágica de volver viral un post no existe, a no ser que sea un contenido muy muy relevante o te gastes una pasta gansa para hacerte colega del “influencer” de moda.

Pero el marketing digital o el mundo de internet es maravilloso. Deja hueco entre tanta locura a que algo se haga viral de forma fácil y sencilla. Solo con una fórmula mágica llamada Solidaridad.

El caso de Asador Pollos Real

“Si lo necesitas, cógelo”. Con estas mágicas palabras el Asador de Pollos Real en Huércal (Almería) ha conseguido viralizar su mensaje por todas las redes sociales, creando un fenómeno social recogido por muchos medios de comunicación.
Su campaña es sencilla, su negocio – un asador de pollos – pone a disposición de las personas que lo necesiten un número de platos a consumir para personas o familias necesitadas de ayuda. Una iniciativa que anunció, a través de un vídeo, el propietario del asador en su cuenta de TikTok y que ha logrado viralizarse al compartirlo por Facebook.

Aparentemente no hay una estrategia diseñada, no hay una imagen creada adhoc, ni tan siquiera se cuidó el audio de ese vídeo que encendió la mecha. Solo existe la solidaridad de un pequeño negocio publicada en las redes sociales.

El impacto ha ido “in crescendo” desde esa primera publicación del 13 de septiembre hasta la fecha de publicación de este artículo. Si nos ceñimos a Facebook la primera publicación logró 271 reacciones y que fuera compartida en 130 ocasiones.
Al día siguiente, la publicación en torno al mismo tema consiguió 246 reacciones, pero se compartió 437 veces. Ya comenzaba a ser viral. Y su consolidación llegó dos días después de la primera publicación con un post que ha logrado hasta el momento 116 mil reacciones y 24 mil veces que fuera compartida.

Tras esta última publicación, el fenómeno comenzó a ser mediático llegando a aparecer en numerosos medios de comunicación, prensa, televisión, entrevistas, informativos, etc, etc.
Si tuviéramos que cuantificar el valor de una campaña de tal magnitud, habría que echarle muchos ceros al asunto. Esta no la necesitó. Y consiguió lo que muchas empresas buscan. Notoriedad, alcance, viralización, impacto. Todo gracias a un algoritmo contagioso denominado Solidaridad. Tan contagioso que gracias a la campaña ha logrado que muchas personas se sumen a la iniciativa para hacer donaciones e incrementar el número de platos.
Una vez más lo emocional vence a lo racional, al menos en las redes sociales.

 

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